El pelado De Luca

Uno de los personajes del fútbol nacional durante la década de los noventas fue Carlos Gustavo De Luca. Fichó en cuanto equipo se encontró por delante, llevando por todo Chile y el mundo su rulienta chasca adornada de una poderosa pelada de monje. Se formó en River, donde nunca tubo la oportunidad de ser titular, por lo que rápidamente buscó un puesto en otros equipos "menores" del campeonato trasandino como: All Boys, Nueva Chicago, Talleres Remedios de Escalada y Douglas Haig de Pergamino. En 1988 llega a Wanderers, que pasaba por segunda división y donde el "pelao" mostró toda su calidad de delantero laucha, convirtiéndose en el máximo anotador del campeonato con 16 anotaciones. Ésto lo llevó rápidamente a Cobreloa, donde duró tan solo unos meses antes de emigrar a Deportes La Serena. Aquí vuelve a coronarse como el máximo anotador del año y gracias a la tradicional mano de los nortinos con los clubes suizos, partió al Baden durante la temporada de 1990. En el club europeo no le fue nada de mal con 11 goles en 11 partidos. De vuelta en Chile no pasó mucho para que lo comprara el O'Higgins de Rancagua donde deslumbró con sus siempre recordados y certeros cabezazos. Pero como era su tradición partió rápidamente a Colo-Colo, donde no pudo demostrar su excelente desempeño como goleador. De ahi en adelante siguió paseandose de pueblo en pueblo como un gitano del fútbol: O`Higgins (1992-93), Alianza Lima de Perú (1994), Atacama (1994), Temuco (1995), Wanderers (1996) y Everton (1996) donde finalmente decidió colgar sus botines. De aquella época dorada del fútbol nacional, de estadios llenos y grandes figuras, perteneció el "pelao" De Luca un delantero neto cuasi lauchero que a muchos nos dio la oportunidad de gritar gol a todo pulmón.

El cabezazo de Zizou

La final de Alemania 2006 entre Francia e Italia ha tenido todos los ingredientes para inmortalizarla en nuestras memorias futboleras. No ha sido una final como las prepara Hollywood o como la Fifa a querido administrar parafernalicamente estos últimos lustros. Ha sido un Drama Francés y un triunfo a la italiana con todos los ingredientes que aquello necesita. Zinedine Zidane había anunciado que tras el mundial colgaba los botines, que nunca más nos entregaría la elegante magia que guardaba para estos momentos decisivos. Sin embargo, a trastabillones el cuadro francés fue avanzando hasta llegar a la Final del campeonato. Todo se daba para que "Zizou" se despidiera en gloria y majestad alzando la copa del mundo y diciendo adiós al fútbol. El partido fue extraño. Un misterioso penal al minuto 5 cobrado por Horacio Elizondo abrió las puertas para que Zidane mostrara su magia anotando el penal al estilo Panenka. Pero los italianos no se echaron a perder y buscaron ansiosamente el gol que llegó al minuto 19 con un impecable cabezazo de Materazzi. Justamente los goleadores del partido fueron los protagonistas de la histórica jugada sin balón. Materazzi logró cortar los cables de Zidane con una serie de insultos y éste respondió de la peor manera: Un certero cabezazo en el pecho que le costó la expulsión y su retiro anticipado del fútbol. Guardando las distancias, el hecho es muy similar al de Ivan Zamorano, que en la final del campeonato nacional, anunciado como su último partido oficial y con la camiseta de Colo-Colo, se dejó expulsar con una patada infantil. ¿Serán los nervios o la presión?, quizás esa angustiante sensación de que en menos de 2 horas dejarás de ser lo que más quieres y de lo que has vivido casi desde niño. Luego del Cabezazo histórico se vino la tanda de penales que obviamente quedó en manos de Italia. Francia ya no tenía su amuleto, el héroe mítico que los llevó a lo más alto en 1998 y que luego de ganarlo todo, se perdió cabizbajo en el triste y oscuro camino a camarines.

Un partido de siempre

Si mal no recuerdo eran vacaciones de invierno. Al parecer bellos días de sol, de esas treguas que el cielo nos regala un intenso azul con una hermosa cordillera nevada. Junto con mi único primo hombre jugábamos Atari y no recuerdo nada mas que los gritos desgarradores del hombrecito que habitaba la tele y que ese dia relató una de las finales más emocionantes que se ha vivido en la historia de los mundiales de fútbol. Argentina se enfrentaba a Alemania Federal, la que se encontraba al lado oeste del muro de Berlín y que según la propaganda estaba "libre del comunismo". Al otro lado estaba Alemania Democrática Oriental al mando de Honecker, nombres y embrollos que escuchaba noche a noche en los noticiarios sin entender nada. Argentina vencía 2-0 con goles de José Luis Brown y Jorge Valdano. Maradona hacía de las suyas, desequilibrante como siempre y con pases de precisión quirúrgica. Pero cuando faltaban 16 minutos, Alemania recortó gracias a Karl Heinz Rummenigge, y el gran Rudi Voeller igualó a los 80. Tres minutos después, Maradona tomó la pelota con su bastón izquierdo y de la galera sacó un pase para Jorge Burruchaga, quien tras una corta carrera la mandó a la red. La copa era para Argentina y la alzaba merecidamente Maradona. Mexico '86 es el mundial de Maradona con los dos goles más famosos de la historia: el gol de "la mano de Dios" y el mejor gol de los mundiales, ambos en el mismo encuentro ante los Ingleses. Cuatro años después los Alemanes, ahora unificados, tomaron revancha. Se enfrentaban nuevamente las mismas selecciones en la final y esta vez la moneda mostraría su otra cara. Ya tenía mas conciencia del fútbol y coleccionaba el álbum "oficial" del mundial Italia '90 de Salo y otro medio trucho que no recuerdo a quien pertenecía. Además me creía todo el cuento de las 3 tapitas canjeables y la esperanza de la lamina inexistente. El primer tiempo terminó 0-0 y salí raja a canjear los últimos sobrecitos con láminas, pobre inocente, pensaba que terminando el mundial se cerraba la promoción que duró un mes más para agotar stock. Sin embargo, era época en que eso del consumidor no existía y si algo era NO, era no no más. El monito de Duracell no paraba de tocar el bombo y comienza la segunda etapa. Las selecciones no se hacían daño, hasta que en los minutos finales llegó el pitaso fatal del árbitro mexicano Edgardo Codesal: Penal para Alemania. Andreas Brehme lanzó impecablemente el penal en medio de un mar de flashes y la copa se quedaba en Alemania. Inolvidable imagen del capitán Lotar Matteus alzando la copa y de Maradona a unos metros llorando, algo que yo intentaba dejar de lado para ser "grande". Hace algunos días se han vuelto a enfrentar en un apasionante encuentro. klinsmann, ya no estaba en la cancha, ahora dirige a la selección. Maradona en las tribunas y un partido que volvió a mostrar de todo. Los Alemanes han dejado fuera del mundial 2006 a los trasandinos en los lanzamientos penales, luego de un tenso y agotador encuentro empatado 1 - 1. Algo tienen estos dos que cuando se enfrentan dejan algo en la memoria. Desde aquellas pequeñas tardes de juego y vacaciones, cuando a penas había televisor a color, hasta hoy, que recuerdo y escribo frente a mi PC.