Tuesday, July 11, 2006

El pelado De Luca

Uno de los personajes del fútbol nacional durante la década de los noventas fue Carlos Gustavo De Luca. Fichó en cuanto equipo se encontró por delante, llevando por todo Chile y el mundo su rulienta chasca adornada de una poderosa pelada de monje.
Se formó en River, donde nunca tubo la oportunidad de ser titular, por lo que rápidamente buscó un puesto en otros equipos "menores" del campeonato trasandino como: All Boys, Nueva Chicago, Talleres Remedios de Escalada y Douglas Haig de Pergamino.
En 1988 llega a Wanderers, que pasaba por segunda división y donde el "pelao" mostró toda su calidad de delantero laucha, convirtiéndose en el máximo anotador del campeonato con 16 anotaciones. Ésto lo llevó rápidamente a Cobreloa, donde duró tan solo unos meses antes de emigrar a Deportes La Serena. Aquí vuelve a coronarse como el máximo anotador del año y gracias a la tradicional mano de los nortinos con los clubes suizos, partió al Baden durante la temporada de 1990.
En el club europeo no le fue nada de mal con 11 goles en 11 partidos.
De vuelta en Chile no pasó mucho para que lo comprara el O'Higgins de Rancagua donde deslumbró con sus siempre recordados y certeros cabezazos. Pero como era su tradición partió rápidamente a Colo-Colo, donde no pudo demostrar su excelente desempeño como goleador.
De ahi en adelante siguió paseandose de pueblo en pueblo como un gitano del fútbol:
O`Higgins (1992-93), Alianza Lima de Perú (1994), Atacama (1994), Temuco (1995), Wanderers (1996) y Everton (1996) donde finalmente decidió colgar sus botines.
De aquella época dorada del fútbol nacional, de estadios llenos y grandes figuras, perteneció el "pelao" De Luca un delantero neto cuasi lauchero que a muchos nos dio la oportunidad de gritar gol a todo pulmón.